BETTY PINO:
"Antes se programaba mejor"

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA
que se transmite cada domingo de 12:00pm a 1:00pm ET
por WQBA 1140 AM, y de EL ATICO DE PEPE, de lunes a viernes
de 5:00pm a 6:00pm ET, por WAQI 710 AM,
en Miami, Florida, ambas emisoras de UNIVISION AMERICA

Entrevista realizada a Betty Pino por Pepe Forte, y publicada en el No.121 de abril del 2001 en Mercado del Disco, revista de la que por entonces el autor era su director.

Una voz de experiencia expone sus puntos de vista sobre la radio hispana del pasado, del presente y del futuro.

—El año pasado se cumplieron 25 desde que en el 72 comencé a trabajar como recepcionista de CMQ Radio Alegre, en Miami, en la Florida. Me hice programadora y Disc Jockey de FM 92 el 1º de mayo de 1974. Antes de llegar ahí, trabajé en muchos lugares, pero siempre con mi mente hacia una sola meta: la radio. No fue fácil...

Así comienza Betty Pino la entrevista exclusiva con MERCADO DEL DISCO, en la sala de su casa, en la exclusiva ciudad de Coral Gables, en el área Miami, donde durante el último cuarto de siglo ha sido no sólo la voz sensual de la radio hispana de la Capital del Sol, sino, además, una figura capital, una columna en el éxito que alcanzaron grandes figuras de la música en el mercado de los Estados Unidos.

Hoy Betty, tras el micrófono de su show diario desde las 10 de la mañana en Romance 106. 5 FM, en Miami, trasciende el marco local de la emisora, pues es una autoridad en el mundo de la radio y de la música, por lo que ha hecho, visto y vivido.

—Betty Pino —dice ella de sí misma con satisfacción, pero sin vanidad— es música.

—¿Cuál es —le preguntamos—, la importancia de la radio hoy en la promoción de los artistas? ¿Qué de Internet? —

—Yo creo que la radio sigue siendo el medio más importante para exponer a un artista. La televisión muestra un artista, pero la radio es la que te hace sonar varias veces todos los días. El artista tiene en la radio la presencia garantizada, más que en ningún otro medio. Es la manera que más pega en el público. En cuanto a la Internet, yo creo que se ha vuelto una ameneza. Es un nuevo medio que está rompiendo barreras, y la radio está asustada de ese poder, porque la Internet va a robar gran parte de la audiencia. Pero, para que veas, también es una bendición, porque hay radio vía Internet. Por ejemplo, una emisora AM local cualquiera, que trasmita desde New York, la puedes escuchar por Internet en Japón, en Italia, en España, en Argentina. Por otro lado, aún siendo una amenaza — y sonríe para decir lo que viene— a mí me encanta la amenaza. Sobre todo porque es una amenaza positiva. La radio, toda, va a llegar un día que se va a escuchar en el mundo entero, por Internet, no por señal. Lo importante es que la radio va a ser universal.

—¿Qué tiene la radio en inglés que le falta a la hispana?

—Humm... más disciplina, quizás. En cuanto a estilo creo que hay poco ya que inventar, todo ha estado ya en el aire.

—¿Cómo funciona la radio hoy… igual que antes?

—No. Hoy se programa de una manera fría, antes se programaba con corazón, se sentía la música. Y creo que la culpa de esto la tienen los benditos researches. Se piensa que los researches son lo único para programar música y no es así. Ahora viene un excelente artista, con una canción excelente y cuando lo vas a programar te dicen que no, que lo tienes que meter en research primero. Y research es llamar a 40 ó 50 personas y decirles, ‘mire, señora, por favor, escuche esta canción 30 segundos y dígame qué le parece, que somos de la encuestadora tal’. ¡Pero aquí todo el mundo vive estresado y nadie tiene tiempo para prestarle atención a esa prueba! A mí me gusta trabajar con el público al aire, no con 30 segundos de prueba. Porque hay que escuchar varias veces. Yo misma, como programadora, tengo que escuchar varias veces para saber si el disco es bueno o no. Me van a matar por lo que digo, pero no importa, yo soy así de franca. Para que un artista funcione tiene que pasar la prueba de fuego de ponerlo dos o tres semanas para que el público decida.

—Pero, de la manera antigua, ¿no corre el público el riesgo de la imposición del gusto personal del programador?

—No, no, tú no programas para ti, pensando en tí...

—No es cuestión de gusto pues, sino de intuición, de pensar... “ajenamente”.

—Así es. Y la sabiduría te la da la experiencia los años. Yo no programo por el gusto de Betty Pino. Gracias a Dios, tengo el don de poder apreciar, de poder ver el éxito, de sentir por un montón de gente. La cosa es saber qué va. Yo fui la primera en programar “Caballo Viejo” de Roberto Torres, fui la primera con “La Lambada” del grupo Kaoma, “La Macarena de Los Del Río”, “La Gota Fría” de Carlos Vives. ¿Ves la diversidad, aún habiendo estado yo más tiempo en emisoras del corte baladas? Porque uno no puede programar por su gusto. Fue lo que pasó con FM 92 en Miami, que triunfó porque abrió estilo y artistas. Fue una rampa de prueba. Aquí no se escuchaban los artistas que empezó a poner FM 92. Así se hizo el sonido internacional de Miami.

—Precisamente: la carrera musical de Betty Pino es de Miami. ¿Cómo ves, radiofónicamente el papel de Miami?

—Locamente, la ciudad quedó estancada desde hace unos años, aunque ahora está abriendo las puertas otra vez. Miami se volvió la capital de música vieja, anticuada, porque de haber sido un trampolín musical por 16 años, la que exportaba hits a nivel nacional y a América Latina, se volvió vieja. Creo que aquella Miami radiofónicamente maravillosa que fue, la que estaba al día en los éxitos musicales, ya no existe. Lamento que esto haya pasado, porque Miami debe volver a ser ese trampolín musical para muchos artistas latinoamericanos que son muy famosos en sus países, que son muy buenos y que necesitan ser conocidos aquí. La plaza ideal para introducirlos en este gran mercado de los Estados Unidos es Miami. Miami tiene el potencial para volver a serlo, es la cuna. Aquí vinieron a vivir los artistas más importantes de la canción, Julio Iglesias, Rocío Jurado, El Puma, Paloma San Basilio... y ese glamour musical se está marchando.

—Vamos a hablar de prioridades entonces: ¿qué sonido debe promover la radio hoy?

—Yo, pienso que se debe tocar todo. El arte no tiene edad. Me da pena ver cómo empujan niños y niñas muy guapos, sin talento. Eso es una equivocación, por eso me alegra el reciente éxito de Carlos Santana, que estaba apartado, como él mismo dijo, porque estaba viejo.

—Santana fue el primero que abrió el mercado americano; después vinieron Feliciano y Julio Iglesias y Gloria Estefan... hasta esta revolución de ahora con Ricky Martin. Él fue el pionero del crossover.

—Así es, pero hoy día quieren gente joven y gente linda. Y la gente se traga lo que le ponen en la boca. Si les tocas una música X, escuchan esa música X. Y algunos de esos artistas bonitos, no todos, son fugaces, brillan mucho en un momento y luego se apagan. Los artistas no son para usar, sino para durar, para que conquisten los corazones de distintas generaciones.

—Finalmente, ¿cómo ves la música latina en este momento?

—Según mi forma de pensar, la música hispana está en un buen momento, pero no en el mejor. Hay talento, y talento joven... no quiero mencionar nombres. Pero ahora la época es diferente que antes, hoy los éxitos son más voluminosos, más mundiales y, sobre todo, más inmediatos. Antes no era así, era más lento. Mira, Christina Aguilera, que es muy buena, ha vendido millones de discos, y se ha hecho famosa en nada, antes no era así, tan rápido. Pero la comunidad hispana es muy fuerte en los Estados Unidos, es un poder, una presencia que se siente, que crece. No me extrañaría que en unos años tengamos un presidente latino en los Estados Unidos, un presidente bilingüe.

 
Las dos fotos que de Betty Pino siguen a continuación fueron tomadas en el 2013 por el autor de esta entrevista
 
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