Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA
que se transmite cada domingo de 12:00pm a 1:00pm ET
por WQBA 1140 AM, y de EL ATICO DE PEPE,
de lunes a viernes de 5:00pm a 6:00pm ET,
por WAQI 710 AM, en Miami, Florida,
ambas emisoras de UNIVISION AMERICA

Fotos de Millie Forte

Posted on Monday Dec.3/2012

La noche del sábado 1ro. de diciembre del 2012 se celebró la 3ra. Gala del Rock Cubano Underground en el Club-Teatro Aché de la célebre Calle 8 de Miami esquina a la 36 Avenida, justo en diagonal con el restaurante Versailles, un ícono del exilio cubano.

Por tres años consecutivos los organizadores del show y miembros y jurado de la institución cuyo propósito es reinvidicar y darle el lugar por años ignorado que como reconocimiento merece el fenómeno del rock and roll clandestino de los años 60, particularmente en La Habana, han organizado este espectáculo que exalta al sui generis Hall of Fame tropical a los cantantes y bandas de aquella época.

Gracias al éxito obtenido en las presentaciones previas y al crecimiento e la entidad, este año la lista de nominaciones quintuplicó, para un total de 44, de los cuales sólo cinco serían premiadas. Bandas, músicos y cantantes como Los Gnomos, Pepe Piñeyro, Los Sesiones Ocultas, Pedro Cañas, Los Almas Vertiginosas, Los Pacíficos, Mike Porcel, Los Kent, José Paschalides y otros, integraron la larga lista de probables ganadores.

El primer premio, especial en su esencia, el de La Popularidad, obtenido a través de la votación del público y fans en la página de Facebook del SFRCU, se lo llevó la banda Los Watts.

Los otros agraciados fueron Pepe Piñeiro; Juan Sebastián Montes “Chano”; Omar Pitaluga; Pedro Cañas; Orlando “Landy” Castro; Los Gnomos y Los Pacíficos.

Un momento importante fue cuando Los Kents en la persona de su fundador, Andy Paschalides, acogió el premio que le fue otorgado a su banda en la primera gala y no pudieron recoger, porque los miembros de la agrupación viven en Cuba.

Paschalides había llegado de La Habana tan sólo horas antes.

La noche sirvió para recordar el rock de los años 60 y 70 que estos músicos otrora jóvenes interpretaban y adoraban a escondidas entonces, pero que hoy pueden consumir y expresar libremente en Miami. Algunos de los premiados cantaron, pero sin duda la gran banda del presente rocanrolero de La Capital del Sol, Main Street, fue el plato fuerte de la ocasión, además de la súper voz de la cantante Marisol que por su calidad vocal pareció una re-encarnación de Janis Joplin.

Y se hace mención obligada la interpretación de Takin’ Care of Business de Pachy Hank que levantó a todo el salón de sus sillas...

Otro instante memorable fue un reconocimiento a John Lennon, a punto de cumplirse un aniversario más de su pérdida irreparable, el 8 de diciembre de 1980.

Y se hizo una mención del onceno aniversario de la muerte de George Harrison, el 29 de noviembre.

Los presentadores del espectáculo fueron la bella y talentosa María Montoya, una de las dos voces capitales del Noticiero del Canal 51 de Telemundo, y el editor de este website y conductor del programa El Ático de Pepe, por Univision Radio, Pepe Forte, quien en esta oportunidad sustituyó al anchor Ambrosio Hernández, quien encarnó esta función admirablemente en las dos galas anteriores.

Perseguido, acosado, prohibido, estigmatizado y a menudo incluso encarcelado, el fenómeno del rock cubano en los años 60 fue por eso mismo verdaderamente underground, mucho más que lo que pudieron haberlo sido en los Estados Unidos de aquella década ciertas bandas e intérpretes de una modalidad más “dura” del género, condenados a la clandestinidad por simples razones de paladar radial o por carecer de una discográfica, pero jamás acorralados ni encausados por motivos políticos e ideológicos como ocurría con los roqueros en la Cuba castrista de esos momentos.

Por eso, el Salón de la Fama del Rock Cubano Underground es noble en esencia, cuando premia, reconoce y pretende hacer indeleble aunque tardíamente un fenómeno sin razón perseguido y acaso aplastado, y a un grupo de jóvenes soñadores y melenudos que por entonces no querían más que ser eso mismo y que hoy canosos ¡y hasta calvos!, pero con el mismo entusiasmo y pasión que sintieron siempre por el rock, recogen emocionados un galardón que debieron haber recibido hace muchos, muchos años.

¡Felicidades, pepillos!