El Insurance Institute for Highway Safety (o IIHS por sus siglas en inglés) acaba de revelar los resultados de un estudio de colisión de autos nada alentador. Ensayaron 11 vehículos en impacto frontal y sólo tres obtuvieron la calificación de Good o "bueno", que es la máxima que concede la entidad, y los demás recibieron la nota de “aceptable”, “marginal” o “pobre”.
En realidad no se trató de una prueba de colisión francamente frontal —la otra que radicalmente se practica es la de impacto lateral—, sino de choque de frente esquinado, como cuando el vehículo le pega por el área de una luz delantera a un poste o columna, o a un vehículo que sorpresivamente nos sale por una calle lateral. Este tipo de choque es también frecuente cuando un conductor viola la luz roja, y hasta ahora, nunca había sido ensayado en pruebas de laboratorio.
Esta es una prueba dura. Al exponer al vehículo sólo a un 25% del área frontal, el nivel de absorción del golpe se reduce, provocando entonces más daño físico al auto y al conductor u ocupante.
La velocidad a que se ejecutó el examen fue de 40mph.
Los once vehículos analizados fueron sedanes medianos de la categoría de lujo, todos modelos 2012. Los que mejor parados salieron con la medalla de Good fueron el Volvo S60, que resultó 10 veces más seguro en tal choque que los demás, y el Acura TL. El Infiniti G Series salió aceptable, pero el Acura TSX, la Serie 3 de BMW, el Lincoln MKZ y el Volkswagen CC fueron calificados con resultados “marginales”, o sea, no particularmente encomiables.
El fondo del barril de la lista, con calificaciones de “pobre” —o sea, malas— está integrado en orden descendente por la Clase C de Mercedes-Benz, el Lexus IS 250/350, el Audi A4 y el Lexus ES 350.
El gobierno no exige esta prueba ni demanda de los fabricantes buenos resultados en colisiones como éstas que acaba de ejecutar el IIHS. Los tests de colisión que hacen los laboratorios se concentran en un 40% o más del área frontal de un vehículo, como ocurre con el choque de frente entre dos carros. La mayoría de los fabricantes diseñan sus autos aspirando pasar esta prueba.
El IIHS considera que 25% de las 10 mil muertes que se producen cada año en Estados Unidos como consecuencia de un impacto frontal provienen de este tipo de choque esquinado. Las esquinas del vehículo no sólo representan un porcentaje menor de toda el área frontal de un vehículo y por tanto al recibir el impacto no tienen con qué mas compartir la fuerza del golpe, sino que los ingenieros históricamente han protegido menos esta área, comparada con toda la caja frontal del vehículo.
Es muy probable que los diseñadores de las compañías luego de estos resultados se apresuren a comenzar a agregar componentes para atenuar las consecuencias de esta colisión. Según esto, si se repitiera la prueba dentro de un año con modelos del 2013 los resultados podrían ser mejores. Pero para que se obtengan en recompensa resultados verdaderamente tranquilizadores habrá que esperar como promedio unos tres o cuatro años, que será cuando la próxima edición de vehículos rediseñados contemplen mejor protección para las esquinas. Si el gobierno lo exigiera, entonces en lo adelante los autos serían más resistentes en ese lado de su arquitectura.
Los resultados de este test sostienen deformación significativa de la estructura del vehículo e intrusión de componentes en el área alrededor del conductor o el ocupante delantero, con daño severo para los pies o las piernas. En algunos vehículos siniestrados en laboratorio, el pilar A o la primera columna del coche —una de las dos que enmarcan el parabrisas—, sacaron de ubicación la bolsa de aire lateral tipo cortina, dejando desprovistos de protección a la cabeza o los hombros de la víctima.
El IIHS dijo que utilizó vehículos de la categoría de lujo porque es en ésta que los fabricantes estrenan su tecnologías de seguridad. De todos los probados, el Volvo S60 es el único coche que generacionalmente tenía menos de dos años en venta. |
