Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA de WQBA 1140 AM Univisión Radio. Miembro de SAMA. Todas las fotografías del autor.

Posted on March 31/2009 Share

El Kizashi es un auto impresionante, si le otorgamos un nuevo sentido al adjetivo aplicado a este carro que no es específicamente monumental. Pero, ¡cuidado!, que sí es un vehículo sorprendente, y con su nombre en japonés, que significa “buen augurio”, o “algo grande por venir”, Suzuki sabe lo que se trae entre manos. .

“Nuevo en esta plaza” para el 2010, el Kizashi es un statement. Una declaración del progreso escalonado de Suzuki, un botón de muestra de lo que viene en camino, y una jugada que mete en aprietos a los modelos de la competencia.

El Suzuki Kizashi es una vuelta decorosa del fabricante japonés al hirviente segmento de los sedanes compactos. Hace unos años Suzuki tuvo en el mercado un sedan maravilloso, el Verona, un auto que parecía de lujo sin el precio del artículo suntuario —lo mismo hacía por entonces Hyundai con el XG—, sin embargo, no pegó. También estaba ahí el Forenza, más pequeño y sin pretensiones, mas igualmente atractivo. Estos dos coches fueron la reencanación de los Daewoos Leganza y Nubira, respectivamente. El caso es que el Kizashi ahora resume en sí mismo esos dos autos que, otrora Daewoo y con el estilo europizante de su interior, legan ese mismo espíritu al más reciente nuevo modelo de Suzuki. Quién iba a decir, caramba, que un fabricante motocicletas tendría tan intersantes autos en el mercado (Bueno, ahí está Honda también…)

Igualmente, el auto está disponible en transmisión automática tipo CVT, y hasta en versión All Wheel Drive, pero a diferencia de su hermano SX4 en le que ésta es estándar, en el Kizahi es opcional.

Para que el Kizashi sea perfecto en ofrecimientos, sólo le falta venir también con motor V-6, cosa que Suzuki ha prometido que ocurrirá en un par de años, acaso antes. Y si la parrilla delantera luciera menos plasticona, pues lo agradeceríamos también.

El Kizashi se ofrece en varios modelos: S, SE, GTS y SLS. Probamos el GTS.

El S, que es el básico, arranca con ruedas de 16 pulgadas y desde aquí comienzan a exhibir todos sus componentes de más alto nivel como estandar, muchos de ellos correspondientes en marcas ajenas a cortes de más nivel. Y a partir de ahí, según se trepa en la escala de valores del Kizashi, empiezan a agregarse exquisiteses. Es impresionante cómo en el caso de nuestra unidad de ensayo —un GTS, ya dijimos—, el monroone decía INCLUDED junto a todas sus dotaciones. ¿Ellas?: Vestidura de piel, pestillos, elevalunas y retroviosres eléctricos, butacas térmicas y de desplazamiento eléctrico, magnífico estéreo con 10 altavoces Rockford Fosgate —una de mis preferidas de speakers; de hecho las tengo en mi auto personal—, climatizador dual, acceso sin llave, arranque mediante botón, neblineros, sunroof, volante envuelto en cuero —telescópico y articulado— y rims de 18 pulgadas. Y lo más asombroso es que algunas de estas características de auto de lujo están presentes incluso en el S.

Según pruebas, el Kizashi alcanza las 60mph en 8.3 segundos en la versión de tracción frontal con transmisión manual, y cae a 9.1 con CVT. Pero a nadie se le ocurriría compararlo con un Nissan Z. No es para eso. Sin embargo, donde da muchas satisfacciones es en su eficiencia. Nuestro GTS hace 20mpg en la ciudad y 29 en la carretera. Pero, ¡hey!, éstos no son los números finales, sino que otras ecuaciones de rendimiento del vehículo según modelo y módulo motriz son 21/31; 22/29 y 23/30.

Resumiendo: el Kizashi es lo que es, un sedan midsize que con un precio excelente —el nuestro, $22,499— ofrece aspecto y mimos de lujo, con magnífica eficiencia en gasolina y un poder adecuado a su motor y peso, sin una gran potencia o vigor deportivo pero que, curiosamente, hace una interpretación a la japonesa del espíritu de los autos europeos, y visualmente se sale del montón. Cuando se haga el inventario final de los estrenos del 2010, no nos asombraría que el Kizashi estuviese en los tres primeros lugares.

ble Lorie