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LEXUS RX350 del 2009:

Un vehículo antológico en el line-up de la división de lujo de Toyota



por PEPE FORTE, Editor de I-Friedegg.com


El Lexus RX llegó por primera vez al mercado de Estados Unidos como una respuesta de plano a la por entonces también debutante serie ML de Mercedes-Benz. Ambos vehículos daban así los primeros pasos en un nicho particular de los SUV, al que posteriormente se le llamó crossover, en este caso, de lujo.

En aquella época se llamaba RX300 porque le acompañaba un motor V-6 de 3.0 litros. Posteriormente, fue rebautizado como RX330 cuando cambió al por entonces motor premium de Toyota, un V-6 de 3.3 litros que heredó de la segunda generación de la minivan Toyota Sienna, que fue la que lo estrenó. Ahora, en esta camada, subió al motor de 3.5 litros, y por eso lo de RX350.

Resulta interesante ver cómo el RX insiste en conservar en esta generación muchos elementos capitales del original, que hereda y le definen, y que han estado presentes en su diseño desde el primer momento. Uno de éstos es la palanca de cambios ubicada en una protuberancia que otras veces he descrito como "podio". Además, en general todavía hoy, se advierten bajo la silueta actual las líneas originales, sólo que en esta nueva interpretación el vehículo ha agudizado su dibujo exterior para una apariencia más angular y dinámica. He tenido el placer de probar todas las generaciones del RX por los últimos diez años y la verdad es que no veo cómo pueda seguir siendo él mismo si es cambiado dramáticamente en diseño...

La característica principal del RX350 es su rodaje. El auto hace un matrimonio perfecto entre motor, transmisión y suspensión. La cabina es ergonómica; garantiza una magnífica relación entre el conductor y los elementos indispensables de manejo del vehículo, así como la panelería de instrumentos.


Recientemente pude hacer una extensa prueba de carretera al Lexus RX350, cuyos detalles se pueden leer en la sección Bitácora de este website, experiencia que arrojó que las largas horas de conducción al volante del RX350 no devuelven el cansancio esperado, sino por el contrario, más deseos de prevalecer al timón. Sin embargo, tras dilatadas jornadas de conducción deploré la carencia de más portavasos y noté que el material del lomo del panel interior de la puerta junto a la línea baja de la ventanilla donde uno no debe apoyar el brazo —pero lo hace—, es duro y por tanto el codo se resiente. Pero la valoración general es 100% favorable o, en todo caso, de 99 si contemplamos este par de pálidas quejas que acabo de hacer. ¿Una observación más? El espacio de carga trasero no es más amplio que algunos de su rivales de mercado; el tercio final del vehículo, cuando se le mira en perfil y se le descubre inclinado hacia adelante, es responsable por la falta de algunas pulgadas cúbicas más de capacidad para equipaje.

Mi unidad de pruebas no era la mejor dotada de todos los cortes en que se ofrece el RX. Las ausencias en este modelo son aquellas que precisamente eché de menos para el largo largo viaje de invierno al que acabo de hacer referencia: faltaban los asientos térmicos —que añoré cuando me vi envuelto en un estado muy norteño en 7ºF/-13ºC—, la conexión auxiliar para un tocador MP, el stereo Mark Levinson con audio envolvente, sistema de navegación satelital, y transmisión AWD. Estas características y otras, más sofisticadas, están presentes en modelos más elevados. Pero sí contaba con elementos comunes a todos como la quinta puerta trasera operada eléctricamente, y la segunda fila de asientos con espalda reclinable.

Mi RX de test tenía un precio final exacto de $40,585. El básico del RX350 es de $37,700 pero, según dotaciones, puede rebasar los $42 mil.

Como dato añadido, no se desea un Lexus sino con asientos de piel, pero la mayoría de los prospectos desconocen que aunque difícil de conseguir, el RX está disponible en tapicería de tela.

Si exceptuamos la versión híbrida RX400H que viene con motor de 3.3 litros, el RX350 se ofrece sólo en V-6 de 3.5, que genera 270hp y está conectada a transmisión automática de 5 velocidades. En el viaje de prueba en carretera que le hice entre los días finales de diciembre del 2008 y los primeros de enero del 2009, la mayoría de las autopistas importantes por las que conduje limitaban la velocidad máxima a 70mph. Con el cruise control fijo en unas 68mph, las revoluciones del motor se mantenían un poco por debajo de las 2 mil por minuto, lo que le hace un vehículo de buen rendimiento. El certificado de consumo de la EPA estima bajo el nuevo sistema de medición más realista en vigor desde el 2008, 18mpg en la ciudad y 23 en la carretera. El monroone de mi RX calculaba un gasto anual de gasolina de $3,225 al alucinante precio de $4.30 el galón —que afortunadamente tanto en diciembre del 2008 cuanndo hicimos el viaje, y enero del 2009, cuando escribimos este review era una cifra profundamente desaparecida—, en 15 millas. Sin embargo, le recomiendo que visite el artículo sobre las experiencias de conducción en carretera del RX350 en la sección Bitácora y se sorprenderá de los números de eficiencia y autonomía que reveló.

El RX, en general, cuenta con una sólida reputación de calidad y confiabilidad. Las cifras de problemas mecánicos del vehículo desde su salida al mercado hasta hoy son casi inexistentes. ¿Para quién es pues el RX? Para todo el mundo diría, claro está, pero me atrevo a decir que más que para largas distancias, su mejor papel está en la ciudad. Tiene el porte y el carisma del downtown más exquisito y  creo que es del paladar de todas las demográficas, pero me parece ideal más para la ocupada mamá joven ejecutiva que necesita combinar clase y distinción con las responsabilidades de casa, recogida de chicos en la tarde en la escuela incluida en el esquema y luego llevarlos a la clase de ballet o de hockey en patines según el sexo de sus hijos.

El nuevo RX llegará a los concesionarios según lo establecido todavía en el momento de redacción de este review en febrero de este año —si no hay cambios, claro está—, y lo más llamativo de todo es que al menos en diseño exterior sigue conservando la esencia de la silueta de hace 10 años y todavía del modelo de marras, pero claro que cambiada, y por eso se le considera la “tercera generación”. Hay un viejo aforismo en los países de tradición anglo que dice —más o menos— que no se cambia aquello que marcha. El concepto le va de perillas al Lexus RX… parece que de por vida.