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2005 CHRYSLER TOWN & COUNTRY: La minivan más exquisita del mercdao

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com y conductor de AUTOMANIA por WQBA 1140 AM Univision Radio.

Published in LetsTalkCars.com and The Car Connection en Español 2004/2005

La historia de la minivan Town & Country, que se ubica en el escalón supremo de ese segmento en Chrysler, no es tan larga, pero su nombre sí es de estirpe. Mucho antes de que Lee Iaccoca pusiera en el mercado de los años 80 la primera minivan (el Plymouth Voyager), el nombre de Town & Country (Campo y Pueblo - si quiere llevarlo al Español) nace en la década de los 40 cuando Chrysler bautiza así a un magnífico sedan y wagon enchapados en madera que se le apoda con el ‘nombrete’ de woodie (amaderado o de palo - si quiere ponerlo en Español otra vez).

Introducida por primera vez en el 1990 como una versión magnificada del Dodge Grand Caravan, la Chrysler Town & Country llega ahora mejor que nunca en su tercera edición. La edición 2005 de la Town & Country como modelo supremo del line-up de minivans de Chrysler, incluye ahora alrededor de una docena de nuevas y anticipadas características, mientras que el precio, paradójicamente, bajó un poco.

La versión Limited que recientemente probé durante una semana y que carecía sólo de GPS, tenía precio de $37 mil. Entre estos cambios probablemente lo más llamativo según reclamos de consumidores, es la configuración y manipulación de sus dos filas traseras de asientos. Por primera vez estas dos filas se abaten y ocultan de manera perfectamente plana en el piso del vehículo sin necesidad de tener que extraerlas. Hay que recordar que el Mazda MPV y el Honda Odyssey fueron las dos primeras minivans en ofrecer esta solución, aunque en honor a la verdad también hay que admitir que el invento va muy atrás en el tiempo y que se estrenó en los fabulosos station wagons americanos de la década de los ‘60.

Admirablemente, con esta solución de los asientos planos, este nuevo modelo Town & Country se abre a más de 160 pies cúbicos de espacio de carga interior. Esta cifra es superior incluso a la ofrecida por grandes utilitarios como el Chevy Suburban y el Ford Excursion. Vale destacar que estos asientos se pueden abatir sin tener que remover siquiera los apoya-cabezas de los asientos y para lograr esto, los ingenieros de Chrysler tuvieron que trabajar muy seriamente donde no se ve: en la parte de abajo del vehículo. Tuvieron que reacomodar el tanque de combustible, el sistema de escape, la cablería del sistema de parking, parte de los conductos del aire acondicionado para el tercio trasero del coche y, por supuesto, la suspensión del segundo tren de rodaje. Por otro lado, si se levanta la alfombra de la cabina, queda expuesto un grupo de compartimientos de almacenaje - llamado Stow ‘n Go - que resulta ideal para transportar los víveres del supermercado o los juguetes de los niños en viajes largos (la rueda de repuesto también se oculta dentro del piso en la cabina de pasajeros).

Como complemento, viene equipado con abundantes gavetas y bolsillos en la puertas y al dorso de los asientos.

El Town & Country viene en tres cortes, ubicándose sobre la cúspide el finamente dotado Limited, que ofrece todo lo imaginable de una minivan de su categoría.

No existe rival en cuanto a lujo, amenidades y confort para esta minivan. Los diversos cortes incluyen: modelo base, LX, Touring, y Limited.

os motores V6 están disponibles, el de 3.3 litros con 180 caballos de fuerza que habita en el modelo base y el LX, y el de 3.8 litros con 215 caballos de fuerza que viene estándar en las supremas ediciones Touring y Limited, con una capacidad de arrastre hasta las 3,800 libras.

Lo que iguala a los integrantes de esta panoplia de vehículos familiares es la transmisión, pues hay una sola disponible, frontal y automática. Espero que en el futuro sea incorporada la All-Wheel-Drive, no disponible ahora, sin embargo a bordo de una edición del Chrysler Pacifica. El modelo base y el LX son los más cortos en plataforma. Por un poco más de $20 mil el primero y alrededor de $24 mil el segundo, ambos se asientan en el marco sobre el que se erigiera el exitoso Plymouth Voyager. La versión Touring (unos $27 mil) comienza su despegue en amenidades y lujo hacia la cima, representada por el Town & Country Limited que corona la colección.

La Town & Country Limited desborda de lujos y confort, esencialmente con su abundante vestidura de piel combinada con la exquisita gamuza, y detalles en madera con el logo de Chrysler en un acabado palaciego de elegantísimo aspecto, son algunos de los primeros detalles de fineza que saltan a la vista el enfrentarse al interior del vehículo. De rigor: ventanillas y pestillos eléctricos, que como en todo Chrysler, se disparan al alcanzar las 15mph, tres sistemas independientes de control de temperatura pre-fijada, butacas delanteras eléctricas con 8 posiciones, soporte lumbar y memoria, computadora de viaje, controles de audio y clima en el volante, sistema de monitoreo de presión en los neumáticos, estéreo premium Infinity, acceso remoto sin llave, cruise-control y control remoto para el garaje son algunos de los componentes de una larga lista de ofrecimientos al conductor y sus ocupantes.

Una característica importante de la Town & Country es su sistema de puertas automáticas. Las puertas corredizas laterales 3 y 4 son eléctricas y gobernadas a control remoto por el dispositivo key-less entry y por un botón en la consola alta. Se abren y se cierran automáticamente, pero a diferencia de similares en otras minivans, pueden ser operadas manualmente sin que se interponga la función motorizada. Se desplazan fácilmente, no son pesadas, y poseen abundantes asideras ubicadas inteligentemente para correrlas.

La quinta puerta en la parte trasera del vehículo es igualmente eléctrica lo mismo para cerrar que para abrir y segundos antes de operar emite un beep de aviso.

El eficiente sistema de seguridad en estas tres puertas eléctricas evita atrapar o morder por accidente cualquier parte del cuerpo humano por mediación de un método técnico que detecta cualquier obstrucción ante que estas puertas se cierren.

Sobre el espejo retrovisor se ubica una diminuta pantalla que exhibe brújula y temperatura ambiente y que también hace las veces de computadora de viaje, indicando con gran precisión entre otras funciones cuánto combustible en millas queda en el tanque.

En la versión mejor dotada, se ofrece además sistema de navegación GPS, multi-tocador de CD’s y DVD player con dos pantallas retractiles en el techo interior que penden de un rack a lo largo del cual se pueden descorrer y ajustar la distancia de los monitores, así como breves compartimientos de bisutería. La consola entre los asientos delanteros es removible para más versatilidad.

El styling exterior sigue siendo bello y denuncia lujo. El grill ha sido modificado, así como las lámparas delanteras para un conjunto más coherente y armonioso.

En el departamento de seguridad, un aspecto muy importante en un auto de familia, esta nueva minivan posee frenos ABS, control de tracción y bolsas de aire de impacto lateral que protegen las tres filas de asiento. Las calificaciones de entidades certificadas sobre la posibilidad de supervivencia en choque frontal de la Town & Country son decorosas.

El manejo y ruede de esta Town & Country es impresionante por su docilidad y potencia, sobre todo cuando nos referimos a la dotada con el motor de 3.8 litros, ya que normalmente, estos vehículos familiares parecen ser letárgicos, pero no es así el caso en esta minivan. La aceleración es vigorosa aunque en ocasiones, los cambios de la transmisión dan una leve “patadita”, pero se conduce tan fácilmente como un sedan. La suspensión es mullida y en general la Town & Country es muy estable. A la buena impresión que causa su manejo, se suma una magnífica visibilidad en casi todas las direcciones. Quizás un aspecto a mejorar en ediciones futuras es la distribución de los botones de la consola para el audio y el climatizador, pero éstos no pueden tildarse de caóticos.

Hasta este punto, somos de opinión que es la mejor minivan que jamás haya fabricado Chrysler y es probamente la mejor dotada y la más lujosa de todas en el segmento, sin el precio alto que habría de suponérsele. Impresiona al pasar y mucho más al exponerse a su interior y a su manejo. No resulta difícil asegurar que es la minivan que toda familia querría ver aparcada en su garaje. Si usted tiene hijos entre adolescentes y bebés y no planea comprar una minivan por el momento, aplíquese esa leyenda de advertencia sobre ciertos productos de “manténgase fuera del alcance de los niños”. Porque si después de haberla visto usted les dice que no la va a llevar a casa, se verá enfrentando la más inconsolable rabieta infantil de la historia del mundo…

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