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TOYOTA AVALON
Injustificadamente, inexplicablemente, asombrosamente invisible...

Un gran producto de la compañía japonesa

por PEPE FORTE, editor del Canal de Autos de iFriedEgg.com, y conductor de AUTOMANIA, programa radial por WQBA 1140 AM, una emisora de UNIVISION RADIO, sábado desde la 2:00pm y domingo desde las 12:00pm ET. Todas las fotos del autor.
Posted on Sept. 9/2010

Aunque parezca mentira, hay a quienes el lujo les intimida a pesar de que les resulte atractivo. Para esa pose mental, en lo que a autos respecta, la respuesta es el Toyota Avalon. Toyota se las ha dado por lo menos de aprendiz de brujo con el Avalon, rediseñado muy fuertemente hace unos 6 años, con lo que logró cocinar un carro con atributos de su primo, el lujoso Lexus, pero sin perder su identidad como Toyota en cuanto a marca. Sin embargo, a pesar de verdaderamente espectacular, el Avalos ha venido dando tumbos porque en parte tiene la maldición del auto invisible y ha creado la percepción —parcialmente infundada— de que es un “carro de viejos” —más respeto, por favor.

Por si fuera poco, le llamaban también… ¡“el Buick de Toyota”! Esta última referencia ya deja de ser peyorativa gracias a que la marca bajo la sombrilla de GM, con modelos como por ejemplo el LaCrosse… ¡ahora es comparado con el Lexus! Lo de “invisible” parece ser lo más doloroso porque posiblemente la mayoría de la humanidad del planeta ignore que el Avalon es un carrazo.
No es la primera vez que lo probamos y cada vez que lo hacemos quedamos más complacidos aún con el Avalon y lamentamos siempre que no nos caiga en rotación de examen en una semana en que habríamos de emprender viaje, porque este auto es toda una delicia para la carretera. Acelera con una voluntad y disposición que a veces nos hace creer que es un bólido, y su amortiguación es suave como a la antigua americana. Además, desborda de amplitudes dentro, es sobrio en diseño pero todo fecundado por finezas, y la visibilidad delantera es excelente. Destaquemos esto: En este momento en que en tantos carros el pilar A es adelantado y bello —y a menudo intolerablemente grueso como en muchos modelos de las firmas de GM— y por tanto comprometen la visión frontal angular, en el caso del Avalon el panorama que garantiza a través del parabrisas redunda en seguridad para la conducción.
Por fuera el carro es hermoso —aunque sobrio, sin causar escalofríos—, sobre todo visto de lado y cuando se le mira en tres cuartos desde atrás. Creo que respecto de sus líneas, el momento mas decoroso está en la puerta trasera, en cómo la ventanilla se dibuja en el borde exterior.
De frente, la parrilla sigue sin excitarme demasiado —a pesar de que es uno de los cambios que contempla de última hora—, pero sin duda dice más que en la edición anterior.
El Avalon sienta 5 adultos con comfort, en un ambiente de materiales de calidad, pero algunos lo consideran un poco caro para su clase, y además se le critica que la espalda de la fila de asientos trasera no es abatible, pero es el precio que se tiene que pagar por ser reclinable. Hay suficiente espacio para las piernas allá atrás y hacia arriba también —en la fila trasera no creo que un sombrero de copa, que para eso están los taxis londinenses, pero con uno de cowboy sí se puede sentar uno allí—.
Para el 2011, el Toyota Avalon recibe nuevo frente, nueva parte trasera y nueva pizarra. Lo mejor es que ahora incluye standard características que antes eran extras. Y los cortes han sido condensados de tres a dos, comprimiéndose al Avalon base —que ahora es similar al saliente XLS—, y el Limited, que fue —¡ooh, la lá!— justamente el que probamos.
El Avalon es un full size sedan que le toca competir con la gran y excelsa tradición americana de este tipo de coche y por eso quizás se le haga difícil hacerse sentir en la categoría. Por otra parte, la bajas ventas, por ejemplo, de lanchones antológicos y tan representativos como el Ford Crown Victoria y el Lincoln Towncar que han hecho que ambos vehículos sean liquidados para finales del año próximo, hace que uno se pregunte si —so pena de magnífico— pueda tener no sólo futuro, sino presente, un coche como el Avalon. Acaso lo salve la talla, un poquito más breve. Pero ahora se ha invertido la tortilla, y la batalla es contra Detroit, que ha tomado la defensiva, en tan portentosos carros como el LaCross o el Taurus. Exteriormente el Avalon parece más pequeño que éstos, pero por dentro satisface en sus dimensiones. Y ofrece un gran maletero o baúl aunque inferior en capacidad que sus rivales con sombrero del Tío Sam. ¿Son estos atributos atenuantes o agravantes?
El Avalon se mueve gracias a su motor V-6 de 24 válvulas tipo DOHC de 3.5 litros que genera 268hp y 248 libras por pie de torsión con una impresionante economía de 20mpg en la ciudad y 29 en la carretera. Esta planta va conectada a transmisión automática de 6 velocidades.
El equipamiento estándar del Avalon como ya anticipamos es prolijo. Incluye aros de aleación de 17 pulgadas, neblineros, retrovisores térmicos con atenuador de destellos, claraboya, luces automáticas, tapicería en piel, volante envuelto en el mismo género, acentos de madera, climatizador dual, cámara para la marcha atrás, conexión Bluetooth, estéreo con 9 altavoces y multitocador de 6 CD’s y puertos USB para enchufar un iPod. Esto es una buena guarnición de amenidades por las que habría que añadir dinero en otros coches. ¿Y queda algo fuera de más nivel? Sí, todavía: En el Limited agregue lámparas de xenón, limpiarapabrisas automáticos sensibles a la lluvia —que funcionaron a la perfección durante nuestra semana de prueba bajo el verano de Miami en que llovió como Noé vio— arranque y acceso remoto, butacas térmicas y refrigeradas, cortinilla para el sol en el parabrisas trasero eléctricamente animada, sistema de audio con nada menos que 12 bocinas y, además, sistema de navegación con activación de voz.
El Avalon no ha descuidado los aspectos de seguridad: en pruebas del gobierno ejecutó 5 estrellas perfectas en impacto frontal y lateral y obtuvo la calificación correspondiente en los exámenes similares del IIHS. Posee bolsas de aire frontales —incluidas las de las rodillas— y también tipo cortina laterales, además de los sistemas electrónicos de control, y cabezales activos.

Preferimos sin duda al Toyota Avalon para la carretera, que ahí es donde se luce. No pudimos probarlo como habríamos querido hacerlo en un viaje interestatal —please, God, please…— pero sí lo disfrutamos muchísimo el domingo correspondiente a la semana de pruebas después de mi programa de radio, para almorzar-cenar en un restaurante italiano aledaño al Florida Turnpike al pie de la entrada al Overseas Highway, la carretera hacia los cayos. ¿La mera mera verdad? Que quedamos absolutamente complacidos. Es un vehiculo con modales fluidos que además tiene un radio de giro muy apropiado para hacer giros en U atrevidos en la ciudad.

Qué pena, pero qué pena que el Avalon sea un vehículo tan invisible. Pero para eso estoy aquí… ¡¡¡HEY, MIREN AL AVALOOOOOON!!!


Nota final: El Toyota Avalon se hace en la planta de TMMK de Georgetown, en Kentucky. El precio exacto de mi unidad de pruebas fue de $37,884.
 
A continuación el resto de las fotos: