El turista que visite Praga no debe perderse la llamada Pared de Lennon, un interesante bastión mundial de la contracultura. Es un muro que los jóvenes espontáneamente dedicaron a la memoria del ex-Beatle, y que el gobierno comunista de Gustav Husák se afanaba en pintar una y otra vez para ocultar los graffiti… hasta que perdió la batalla cuando fue eliminado el horrible sistema del país. Irónicamente, los estudiantes de aquella época le llamaban a la afición "lennonismo" parodiando lal palabra ideológica leninismo.
Es uno de los puntos de peregrinación de Lennon más importantes del mundo. Se encuentra en las cercanías del Puente Carlos y en el barrio de la Mala Strana.