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Impresiones automovilísticas de un viaje por el Viejo Continente. El Smart hace olas y la gasolina es más cara que el vino...

por PEPE FORTE/Editor de iFriedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA, de Univision Radio.
Todas las fotografías del autor. Artículo publicado en la revista SOBRE RUEDAS en el otoño del 2006.

Dicen que los médicos nunca descansan. Que si vuelan en un avión de línea y un pasajero sufre un ataque al corazón, allá corren covocados por la aeromoza. Y que si vacacionando en una playa remota alguien comienza a ahogarse, lo mismo.
  
Pues, ídem para los periodistas de automovilismo. Dondequiera que vamos, estamos estudiando los autos que nos rodean. Si en los alrededores de la Torre Eiffel, miramos qué Citroens o Renaults cruzan por allí; si ante el Coliseo romano, los FIATs y Lancias. Y si al pie de la pirámides de Egipto, tratamos de averiguar si los camellos del Rent-a-Camel son de tracción en las cuatro patas...
  
Bien. Durante una reciente visita a España, Francia, Mónaco, Italia, Suiza, Alemania e Inglaterra, me resultó imposible dejar de radiografiar automovilísticamente a Europa y contrastarla con el escenario americano, y he aquí mis impresiones:

La escena rodante europea nada tiene que ver con la de EEUU. Viejo Continente, vieja fórmula: la de los autos pequeños, el transporte colectivo y la gasolina más cara que el vino. Y en este ambiente el Smart es pez en el agua.

¿El Smart? ...¡pues es muy listo!

El Smart es una paradoja viva: hace apenas tres años Volkswagen estrenó el lujoso Phaeton, contradiciendo el humilde origen del VW Beetle. Ahora la históricamente cara Mercedes-Benz fabrica el Smart, otro verdadero 'auto para el pueblo'. Hoy el Smart le gana al euro, porque aún en países no integrados a la Unión Europea donde esa moneda no circula, sí lo hace este diminuto coche de dos plazas que conduce el investigador Clouseau en la más reciente versión de "La Pantera Rosa".

El Smart ForTwo, con una buena dosis de diseño importada de los relojes Swatch, breve y maniobrable, se cuela malabáricamente en estacionamientos ideales para coches de bebés, aunque ahora hay una versión de cuatro puertas —Smart ForFour—, más larga naturalmente, que se ve de taxi en Madrid. Pero el Smart no es tan pequeño como parece. Más lo fueron el FIAT 500 y el Mini Cooper de Mr. Bean.

En San Sebastian, en el país vasco, en el Norte de España, hallamos este Smart ForFour, que prácticamente acababa de debutar en el mercado europeo.

 

Más cara que el vino

Que le sirva de consuelo: los precios de la gasolina fluctuaban allá entre 1.30 y 1.40 euros... por litro. Eso es más de $4.00 por galón. ¿Para su desconsuelo?: el combustible diesel cuesta menos en Europa que la gasolina más barata (así era en Estados Unidos hasta que de pronto y por arte de magia —perdón, del mercado— se volvió lo contrario—. Diría que 80% de los coches allí son diesel (apreciación personal, no estadística). Desde Mercedes-Benz CLS hasta Honda Civics —que los delata el rítmico ronroneo de los motores—, son de petróleo allá. Y ahora, si usted vive en los Estados Unidos, siéntese: Madrid está acostumbrada a las minivans Voyager... ¡diesel y de transmisión manual! Una de ellas fue la que me llevó al aeropuerto de Barajas.

En general, la presencia de Detroit es pobre en Europa. Vehículos de GM, casi ninguno. Hay más productos Chrysler —Jeeps, PTCruisers...— y algo de Ford —el Mondeo y el benjamín KA, que no se venden en Norteamérica—. VW y Audis son comunes y hay modelos allá de éstos que no acá, al tiempo que ya se hace díficil encontrar clásicos europeos como el legendario Citroen CV6 que, paradójicamente, vimos más en Londres que en París.

¡Yo puedo también ser inglés! (yeah... right!) Como que 'out of place', nos sorprendió ver más Citroens CV6 en Londres que en París.

Inglaterra

En Inglaterra, no sólo en Londres, sino en Liverpool, en Southampton y en Birmingham —y suponemos que en todo el país—, pululan los famosos taxis “londinenses” LTI, mayoritariamente negros y siempre altos, aunque ya no se ve a caballeros con sombrero de copa. La escena fragua en magnífico panorama con el acento de los tradicionales buses rojos Routemaster de dos pisos.

 

Alemania: No escarabajos pero sí Trabants

En Alemania, vi un solo Bug, pero Trabants, varios. Cual un fantasma del pasado reciente, el auto más infame de todos los tiempos todavía surca las calles y avenidas del país reunificado, como para complacer a los turistas. Los únicos reciclados de la industria automotriz de la Europa oriental son los Skoda, de cuyo modelo Octavia son casi la mayoría de los taxis de Madrid. El resto de la escena está prólijamente habitado por los Renault Megane con su tercio trasero abultado —cualquier parecido con J-Lo es pura coincidencia —; los Seats Ibiza y Altea; la bella serie 407 de Peugeot, y ese sapo sobre ruedas pero eficaz que es el FIAT Multipla. Mientras, Italia sigue dándose el lujo de tener coches policía Alfa Romeo. Corea se hace notar en Hyundai, y Japón menos, pero hay una pequeña dosis de híbridos en el Toyota Prius. Y la gente usa motos muchísimo...

¿Que si le tomé fotos al Coliseo y a la Torre Eiffel? ¡Oh, claro que sí y con mucho gusto! Pero igual lo hice a aquel FIAT 500 frente a un restaurante en la esquina del célebre casino de Montecarlo. ¿Los médicos? ¡Bah!, no trabajan más que nosotros, los periodistas de automovilismo...

Ver el resto de las fotos:

Los célebres autobuses rojos Routmasters de dos pisos continúan decorando la capital británica.
En Liverpool un afable taxista permitió a este servidor ponerse al volante del vehículo.

mente debajo):

En la famosa Penny Lane nos encontramos con este intersante Honda Civic desconocido en el mercado norteamericano.
Este es el muy popular en Europa Ford KA que ha sido un éxito allí desde hace años. No se vende en Estados Unidos.
Un Mini Cooper original en Notting Hill... ¿estará Mr. Bean en la vecindad?
Estacionar en Roma sigue siendo tarea de maestros del espacio al volante.