FORD EDGE 2011

La segunda generación del interesante crossover de la compañía del óvalo azul

por: PEPE FORTE Editor del Canal de Autos de iFriedegg.com,
y conductor del programa radial AUTOMANIA de UNIVISION RADIO.
Miembro fundador de SAMA.

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—¿Y tú, qué haces aquí? —fue la voz que sentí a mis espaldas mientras una mano me tocaba por el hombro.

Era mi colega y amigo Jaime Gabaldoni, durante la presentación en Tennesse del Ford Edge.

Ocurre que inicialmente decliné la invitación para el evento, de saturada que estaba de obligaciones mi agenda, así que conversé telefónica con el inefable coordinador de Ford, Tony McCloud, que enseguida aceptó mi propuesta de recibir a Gabaldoni, un joven y magnífico cronista de automovilismo, hábil conductor además, que publica en el Canal de Autos de Terra.com, para que ocupara mi lugar. Pero al descubrir después que el evento como tal era de un solo día —pero con dos noches, y ése era mi handicap— McCloud cedió a mi nuevo pedido de no pernoctar en el evento sino volar de ida y vuelta desde Miami en 24 horas —en vez de ir la víspera—, de manera que aunque agotador —me fui en un vuelo al amanecer para estar de vuelta a la medianoche en la Capital del Sol— me sentí complacido —y claro que soñoliento también— de haber participado de la presentación.

No le dije nada a Gabaldoni —que conservó su propia invitación; a menudo nos cubrimos mutuamente nuestras ausencias—, de mi cambio de planes, y de ahí su asombro.

Siempre me gustó el Edge, al que le encontré más personalidad que a su hermanito de talla y especie mas no de estilo, el Escape. El Escape está ahora en su mejor diseño si se le compara con sus primeros pasos, y cumple la función de complacer a quienes desean un crossover que por fuera es más conservador en estilo y que, más o menos cuadrado, parece ser un SUV tradicional. Pero para este servidor, sin duda alguna, el Edge es más contemporáneo en genio y figura.

En realidad habíamos visto al Edge apenas un mes antes en Dearborn, la cuna de Ford en las afueras de Detroit en Michigan. Asistimos allí a la presentación en frío —no manejo del carro— de la nueva generación del Explorer, que incluye una ampliación del sistema de comunicación, información, navegación, climatización y entretenimiento conocida como SYNC, en asociación con Microsoft, pero que ahora elevada a superior estadío. El sistema en la actualidad se llama MyFord —MyLincoln en los coches de Lincoln— y opera a través de comandos vocales, y de manera táctil en la pantalla al centro de la consola y mediante botones ubicados en el volante, y que sin duda representa uno de los pasos que ubica a la compañía en la vanguardia tecnológica. Ese día, probamos MyFord en un grupo de nuevos Edges en un patio interior aledaño a la sala donde develaron el Explorer, así que ya ahí tuvimos nuestro primer encuentro con el crossover mediano de la firma. El vehículo está en venta desde el verano.

El sistema MyFord es una proeza electrónica. Como líder en la llamada tecnología de Voice Recognition, ahora entiende más de 10 mil comandos. Por ejemplo, en la edición anterior, en inglés, para pedirle al sistema que bajara o subiera el aire acondicionado, había que pronunciar el número exacto de la temperatura en grados. Ahora, se puede hacer lo mismo, pero la recepción es más coloquial y humanizada, de manera que uno puede decir además —en inglés—, más frío... más caliente... baje la temperatura... súbala… y el sistema entiende. Y empleamos el sistema para ir en el auto hasta el aeropuerto y nos llevó.

En cuanto a moverse, la nueva oferta motriz del Edge incluye tres motores nuevos, uno de ellos el apreciado EcoBoost turbocargado de 4 cilindros, que es más poderoso incluso que el V-6 del modelo Sport. Aros de aleción de más talla y frenos más grandes y de más garra añaden atractivos al lanzamiento.

El Edge se reafirma como uno de los crossovers mejor plantados del mercado, con gran personalidad y satisface a su propietario a través de una receta que no sólo lleva los ingredientes perfectos, sino en la justa medida.

Por el momento, dejemos la impresión de manejo para cuando nos toque el vehículo en la rotación semanal. Paciencia... paciencia...