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Ford FIESTA 2011: ¡Ahora sí lo probamos de verdad!

Siete horas de vuelo desde Miami a San Francisco con escala en Atlanta, comiendo pretzels e insípidos sandwiches a 35 mil pies en las nubes, que vaya Dios a saber cuándo fueron empacados —el emparedado, claro está, no la altura— son un sacrificio que vale la pena para ver el nuevo producto de Ford en California.

por PEPE FORTE/Editor del Canal de Autos de iFriedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA de WQBA Univisión Radio. • Miembro de SAMA.

Todas las fotografías del autor. Posted on APRIL 26/2009 • Aired lived! on AUTOMANIA on Sunday May 9/2010 • Updated below about the MPG certified by EPA.
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Para los entusiastas que siempre le están reclamando a Detroit que traiga a tierras del Tío Sam algunos de sus productos que ruedan en el Viejo Continente, Ford acaba de servirles la mesa con la introducción del Ford Fiesta que estará en venta en Estados Unidos en algún momento del verano de este año, como modelo 2011. En realidad este fenómeno de carros que llevan la autoría americaine pero que andan sólo en Europa, aunque existente hoy, es casi invisible si comparado con un panorama del pasado del que cada día van quedando ya menos testigos; hablo de los años 50, cuando lo que ahora se conoce como los Tres Grandes de Detroit trajeron a Norteamérica autos compactos de esencia europea como el Taunus, el Opel, el Simca y el Zephyr, el Consul y el Zodiac. Quién se acuerda de eso, caramba…

En la actualidad, prácticamente tan sólo Ford cuenta con menú de recetas europeizantes en las que destacan el KA y precisamente el Fiesta, ambos motivo de reclamo de los prospectos de Autolandia —léase USA— que por años han implorado como chicos incorforme por un juguete, con la plañidera pregunta de “¿por qué no los traen… por qué no los traen? Well, no ha sido el KA —¡ah, muy, muy europeo para New YorK y L.A.!— sino el Fiesta el elegido para encarnar el make-believe del momento para esos aspirantes.

Probamos el fiesta en San Francisco, California, entre el miércoles 21 y el jueves 22 de abril del 2010. Al aterrizar en San Francisco —bajo la lluvia— en vuelo desde Miami en la Florida con escala en Atlanta, Georgia, los anfitriones de Ford nos llevaron a un punto cercano, a unos 15 minutos del aerpuerto en San Francisco South, donde en una nave habilitada para la bienvenida almorzamos brevemente y pudimos echar la primera mirada al Ford Fiesta del cual se encontraban en display 4 unidades. Apenas minutos después emprendía la primera jornada en un Fiesta hatchback (5 puertas) con transmisión manual, desde ese punto de la bella ciudad hacia la tortuosa Skyline Boulevard en las montañas de Santa Cruz, con parada en el viñedo Byington, donde pasamos a un sedan con transmisión automática. Ya en esta segunda etapa, de bajada, entroncamos con la inigualable Pacific Coast Highway para ingresar de nuevo a San Francisco desde el Sur al atardecer y terminar en el exclusivo Hotel Vitale en la célebre Calle Embarcadero, frente al Ferry Building (por cierto, San Francisco todavía está en shock por la inexplicable estampida de focas que después de 20 años abandonaron el famoso Pier 39 donde acampaban, a sólo unas cuadras de mi hospedaje, el 28 de diciembre del año pasado).

Como fui el último de los periodistas en aterrizar alrededor del mediodía en la ciudad del Golden Gate Bridge, tuve la fortuna de manejar todo el tiempo junto al afable David Snyder, Ingeniero de Dinámica del Departamento de Desarrollo Global de Autos Pequeños de Ford, quien además de ser una persona encantadora me subrayó con su óptica muchos de los aspectos capitales del nuevo Fiesta.

En esta etapa inicial hube de concentrame primero en los modales de manejo del Fiesta mas que en su diseño. Y confieso que esto representó un gran esfuerzo porque los organizadores del evento eligieron unas rutas de prueba bellísimas por carreteras estrechas de una sola vía —a cada lado, claro está—, en la bendita orografía de California, escoltadas por vegetación tupida, cual cruzando un bosque, sobre todo de enormes coníferas que en mi ignorancia botánica insisto en describir como primos hermanos de los sequoias porque, aunque muy parecidos y altísimos, no alcanzan la talla de los árboles más grandes del planeta, todo lo cual conspiraba para desatender la conducta del vehículo y turistear pues. Y no era para eso que yo estaba allí...

A ratos llovió, cruzamos zonas de niebla y finalmente en Pacífica, en la zona de Half Moon Bay, enfrentamos fuerte ventolera en la que el Fiesta no perdió nunca su rumbo, pues la ingeniería de Ford ha instalado un software de nombre Active Nibble Cancellation que no sólo corrige a través de la dirección imperfecciones de la superficie, sino los embates del viento, y su eficacia se manifestó en este episodio eólico que vivimos al volante del auto.

En la carretera de sube y baja, el Fiesta no me pareció particularmente potente. Tuve que “tercerearlo” varias veces para elevar las revoluciones del motor con tal de desafiar las empinadas pendientes —recuerde que estamos manejando ahora el Fiesta de cambios—. Mas es posible que mi percepción sea errada: apenas 6 horas antes había dejado en el Aeropuerto Internacional de Miami uno de los vehículos de prueba semanal, la bestial camioneta Dodge Ram 3500 Heavy Duty dually, que con su motor turbo diesel y más de 600 libras por pie de torsión es capaz de halar un 747, y todavía tenía su sensación de tiro en la memoria del cuerpo. Y debe haber sido eso, porque luego en la circulación ciudadana quedé absolutamente complacido de la relación potencia-peso del vehículo (el Fiesta no es precisamente uno de los coches más livianos del segmento; pesa unas 2600 libras).

Pero sí hay que destacar que la posición de manejo es confortable, que el auto tiene buena visibilidad delantera y que es silencioso en cabina.

Los retrovisores laterales tienen buen tamaño, son en términos generales grandes y, a pesar de eso, no generan ruido de viento (por cierto, incluyen un pequeño espejito de blind spot).

Por dentro, es otro de los vehículos de Ford en que se nota el empeño de la compañía en ofrecer interiores de buen acabado. Los plásticos dentro son blandos y la botonería es amistosa en su uso.

Y sigamos dentro: El Fiesta, como otros productos Ford, cuenta con el sistema SYNC™ en asociación con Microsoft, que permite justamente SINCronizar toda la parafernalia electrónica contemporánea de comunicación y entretenimiento con el sistema de audio del auto a través de códigos vocales funcionales.

El Fiesta viene en dos tipos de carrocería, el hatchback de 5 puertas y el sedan de 4. Estos cuerpos se dividen a su vez en los modelos SE (que es el básico), el SES Sport y el superior, el SEL. Los modelos que conduje estaban todos bien dotados con operaciones eléctricas como pestillos, elevalunas y retrovisores, y vi dos tipos de vestiduras (puede optarse por tapicería en piel).

El precio básico del fiesta es precisamente como para hacer una fiesta, de $13, 995. Pero a todo dar, podría alcanzar los $23 mil.

Según Ford, a tenor de las encuestas y por la predilección de los encargos por anticipado, la mayoría de los prospectos prefieren —contra pronóstico de este periodista—… ¡el modelo más caro! ¿No podría ello provocar canibalismo contra el Ford Focus? Está por ver, aunque la gente que corta y manda en la compañía del óvalo azul de Ford dice no han perdido el sueño por eso…

Por fuera, sin duda, el Fiesta es un auto bonito, con una paleta amplia de atractivos colores. Normalmente, en los autos “baratos”, la pintura exterior se nota como que cheap y a menudo se revela fácilmente la brevedad en las capas de colorante. En el Fiesta se aprecia dedicación en ese aspecto.

Mi preferido es el hatchback, no sólo per se, sino porque es el que encierra además más potencial deportivo.

El Fiesta ha estado presente en Europa por tiempo. Hace una década, contamos aquí con un coche de Ford, de ésos de moja-pies, el Aspire; hay mil años luz entre ese auto y el Fiesta.

Con su introducción en Estados Unidos ahora Ford tiene un vehículo con el que competir decentemente en el segmento de los autos verdaderamente pequeños y económicos. Este segmento ha ido creciendo en los últimos años tras su relativamente breve fundación, y ha sido feudo específicamente de los fabricantes asiáticos, en particular de la invasión japonesa protagonizada por el Toyota Yaris, el Honda Fit, el Nissan Versa… ¡Y eso fue lo que hicimos al segundo día!

En la fría y tempranera mañana sanfranciscana de 38ºF, manejamos el Fiesta desde Fisher’s Warf hasta el stadium Candlestick de los 49ers, y de ahí, al mediodía tras la prueba, partimos todos hacia el aeropuerto en viaje de vuelta a casa. En el estacionamiento del stadium nos esperaba un curso de autocross y una línea recta con una breve curva a acometer a 50mph para pobrar la estabilidad del auto. En ambos tests el Fiesta compitió contra el Fit y el Yaris —ya se los anticipaba arriba—. Todos los participantes, más o menos agudamente según la pericia de cada quien, hallaron ganador al Fiesta, con el Fit en segundo lugar.

¿Y quién mueve al Fiesta? Pues un solo motor, un 4 cilindros de 1.6 litros, una nueva planta de Ford que genera 120hp y 112 lb x pie de torsión con el sistema del fabricante llamado Variable Camshaft Timing, que lo hace más eficiente y capaz en proporción con su cilindrada.

Las transmisiones pueden ser manual de 5 velocidades y la nueva automática de 6 velocidades PowerShift, de cambios rápidos con doble embrague que anticipa el cambio siguiente para una transición más fluida entre las marchas. Esta transmisión no requiere mantenimiento regular pues se trata de una recámara sellada con lubricación interna que no se puede escapar.

Aunque la EPA todavía no ha certificado la eficiencia del Fiesta, Ford habla de 40mpg en la autopista.

No hay muchas diferencias entre el Fiesta que manejamos en el verano del año pasado —ver composición fotográfica inmediatamente debajo—y éste, que por cierto, era de pre-producción al que, por cierto, a pesar de ello no le hallamos las costuras por ningún lado.

Nuestro juicio final es que Ford tenía y tiene que participar en este segmento al que pertenece el Fiesta, y lo ha hecho con un vehículo que desfila decorosamente por el nicho. Pero aún viéndolo separado de la comptemncia, el Fiesta es el resultado de una operación calibrada del fabricante de Detroit que,de la mano de Alan Mulaly y del resto del equipo supremo de la compañía, va bien y sabe lo que está haciendo.

El Fiesta es justo eso mismo, una fiesta, una celebración para Ford.

Como dice mi colega y amigo Al Vásquez, de la revista FAMA, él ve un comercial de este carro de Ford para el mercado hispano animado por la canción “Fiesta en América”, de Chayanne. Yo, lo mismo, pero con el fragmento de la canción All Night Long de Lionel Richie, que dice… fiesta, forever…

Hey, guys at Ford… would you enforce the idea? Write the check to our names…

Bah, es sólo una broma.

Felicidades, Ford. Fue una fiesta estar en San Francisco con el Fiesta. Thanks for the invitation…

 
INFORMACION ACTUALIZADA DEL FORD FIESTA
23 de mayo de 2010

La EPA certifica al Ford Fiesta con una eficiencia de 40mpg
El anhelado y totalmente nuevo Ford Fiesta 2011, acaba de ser certificado con una eficiencia de 40mpg en la autopista por la EPA, la agencia del gobierno de los Estados unidos que controla y protégé el medioambiente, entidad entre cuyas responsabilidades se halla estimar la eficiencia de los motores de los autos que se venden en la nación. Las cifras totales indican 29mpg en la ciudad y 40 en la carretera. Con tales números, el Fiesta se convierte en líder de eficiencia en su categoría.

El vehículo logra esta proeza de eficiencia gracias a varios avances tecnológicos. Entre ellos, su transmisión automática PowerShift de 6 velocidades que permite al conductor seleccionar las marchas también manualmente, acoplada a motor Duratec de 4 cilindros y de 1.6 litros con sistema dual independiente de distribución variable y programa de desaceleración agresiva —que mejora la eficiencia al reducir la energía que se requiere para accionar el aire acondicionado—, dirección eléctricamente asistida, y una aerodinámica optimizada.

Con esta movida, el fiesta se suma a su hermano mayor, el Ford Fusion híbrido en lo que a a economía de combustible respecta. El Fusion híbrido, el sedan más eficiente de Estados Unidos, hace 41mpg.

Ford está seriamente comprometida con la eficiencia; recientemente lanzó el Ford Mustang que que logra más de 300hp con un rendimiento de más de 30mpg, lo cual es un hito en la historia del automóvil. Pero el Fiesta no sólo es un hit dentro de la firma, sino que es 5mpg más económico que el Honda Fit, y 4 más que el Toyota Yaris.

En cuanto al Fiesta con transmisión manual, éste tampoco se queda atrás en eficiencia: la EPA lo ha certificado con las decorosas cifras de 28mpg en la ciudad y 37 en la autopista.

El Fiesta para los consumidores de Norteamérica se hace en la planta de Cuautitlán, en México. El vehículo estará en venta desde el verano de este año —aunque la fecha no ha sido precisada todavía—. Se ofrece en dos variantes: sedan de 4 puertas —con un precio básico de $13,995—, y hatchback, de 5. El vehículo fue una estrella de ventas en la Internet, antes de llegar físicamente a los concesionarios.

Acerca de Ford Motor Company: Ford Motor Company, un líder global en la industria automotriz con sede en Dearborn, Mich., fabrica o distribuye automóviles en seis continentes. Con cerca de 198,000 empleados y alrededor de 90 plantas en todo el mundo. Las marcas automotrices de la compañía incluyen a Ford, Lincoln, Mercury, y hasta cuando sea vendida, Volvo. La compañía ofrece servicios financieros por medio de Ford Motor Credit Company. Para más información sobre los productos Ford, visite www.ford.com.

 
A continuación, el resto de las fotos del evento:
El colega Al Vásquez, de Fama: Thumbs up!
Pepe Forte, editor del Canal de Autos de iFriedEgg.com, a punto de aterrizar en San Francisco.
Pepe Forte, conductor del programa de automovilismo AUTOMANIA, por WQBA 1140 AM de Univisión Radio, listo para la prueba.
El afable David Snyder, de Ford, fue mi compañero de ruta.
Bajo esa carpa de nylon —imagen justo encima—, en el portal del hotel, cenamos y desayunamos. La imagen fue captada desde mi habitación en el cuarto piso. A continuación, otras impresiones desde mi ventana de la calle Embarcadero y del famoso Edificio del Ferry, de noche y al amanecer:
La famosa Lauren Fix, toda una celebridad femenina del periodismo automovilístico, compartió espacio con nosotros en el transporte hacia el aeropuerto camino a casa.
Uno de los pocos defectos que le hallé al Fiesta es el limpiaparabrisas de la derecha muy recto, que ignora el contorno del cristal, para una solución definitivamente fea.