por PEPE FORTE
La avanzada de Subaru continúa: acaba de estrenar en EEUU el magnífico SUV B9 Tribeca, que compite en buena lid con otros rivales del segmento como el Nissan Murano y el Lexus RX330. Pero la historia es la historia, y al Forester cabe el honor de ser el primer deportivo-utilitario de la compañía japonesa. Al menos el que la firma consideraba el genuino del segmento, ya que el inefable Outback a veces es tan difícil de clasificar como lo es el ornitorrinco. Bueno...
Con un nuevo styling, más bello, coherente y menos protuberante, la nueva entrega del Forester es una reinterpretación del modelo precedente, por lo que se me hace difícil verlo como una total y absolutamente nueva generación. Pero creo que su forma acaba de pulirse en su mejor dibujo. Han desaparecido los bumpers acentuados para ganar en lineas más coherentes y armónicas. Es más angular, y aún mantiene ese misterio de relación con sus fieles clientes que, al parecer, rechazan las exageraciones. No es primera vez que digo que me parece que detrás de Subaru habita no un espíritu japonés, sino inglés, y por tanto conservador y sereno.
Han pasado unos 8 años desde la introducción del primer Forester, el más modesto de todos. En 1997, aún el mejor dotado de ellos no podía competir con la excelencia de su hermano anterior, el Outback. Pero es un hecho comprensible. Por entonces ni siquiera el abanderado de la compañía era visitado por la versatilidad. Pero en rendimiento sí se reflejaron la mejoras. Y tenía el mayor clearence no sólo de la compañía, sino del resto de los SUV de su categoría en la época. Era por tanto un verdadero off-road, haciendo honor a su estirpe de Subaru.
Hasta ahora, la tradición continúa. El nuevo Forester es muy versátil gracias a su transmisión AWD y a su maniobrabilidad, parte de lo cual es responsabilidad del típico motor F ó H de Subaru, consistente en cilindros opuestos horizontalmente. La transmisión, es la misma que Subaru ha estado instalando en todos sus modelos, por años y años, que conecta y desconecta en fracciones de segundo el tren de rodaje que resbala sobre superficies no firmes, con lo que no "patina" sobre suelo jabonoso o carente de agarre.
Pero, volvamos al inventario: la segunda generación del Forester, introducida en el 2003, aportó cambios cosméticos y de talla significativos, y se apuntó la mayoría de edad si comparado con el modelo inicial. En aquella ocasión destaqué mucho el diseño del tercio trasero del vehículo que me parecía lo más notable (ver los reviews en este mismo website). Ese diseño sigue siendo la base del 2006, que mantiene todo el rigor y confiabilidad mecánicas y de rendimiento de Subaru.
Por fuera, el nuevo grill se ha hecho más geométrico —angular como ya dije arriba— y enfatiza las líneas horizontales. Por detrás, las lámparas insisten en lo cromado, tal vez apelando a la demográfica más joven. Luce deportivo.
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Por dentro, como en el modelo precedente, prevalecen los acentos en aluminio y una magnífica relación conductor-panelería, que se hace patente. Los instrumentos están bien emplazados sin grandes alardes y son fáciles de monitorear con la vista. Las butacas son cómodas y, por su perfil alto, la visibilidad es A1. Pocos puntos ciegos ofrece este vehículo, que parece un invernadero sobre ruedas.
En cuanto a la parte motriz, tenemos la buena nueva de que en los dos motores disponibles la potencia ha aumentado. Subaru sigue empleando los mismos motores que en su coche “piloto”, el Outback. El motor standard para la mayoría de los cortes “regulares” de Foresters es el impecable 2.5 litros SOHC de 4 cilindros opuestos horizontalmente y que, de los 165hp que generaba allá por 1998, ahora subió a 173. Y claro que el más atractivo es el turbo de la misma cilindrada pero que ahora hace 230 hp (210 en la edición 2005). Si usted opta por este motor debe saber que sólo está disponible en el modelo XT Limited. Ambos motores son de bloque y cabeza de aluminio.
No se trata de un motor tragón pese a su naturaleza y esto se debe al sistema i-Active, que ofrece una inyección inteligente según necesidades particulares de alimentación. ¿Sinónimo?: potencia razonada y equitativa para ahorro. Además cuenta con su sistema especial de válvulas muy eficiente y que no necesita ajuste hasta las 105 mil millas, el momento en que el fabricante recomienda el reemplazo de la cadena de distribución.
El sistema de escape ha sido rediseñado para todos los Foresters. Y, en los modelos turbo, esto tiene una significación especial, pues mejora la potencia y la eficiencia del motor. No se trata de un motor abiertamente insaciable, pero hace menos por milla que el motor normal. Es el precio que hay que pagar por poder y torsión. En realidad, los sistemas de escape del Forester turbo y de su más vigoroso primo, el WRX, son consecuencia de todo el grado de sofisticación ingenieril del que la compañía japonesa ha sido capaz a lo largo de años. Para esta edición 2006 los ingenieros removieron el pre-catalítico y añadieron una segunda bomba inyectora de aire bajo el capó. Esto permite por un lado llenar las exigentes normas de emisión de gases de hoy, y a la vez lograr un mejor millaje. Pero cuando el vehículo está inerte en una luz roja, tanto al Forester como el WRX les he notado ciertas vibraciones espasmódicas, probablemente consecuencia de este sistema, aunque estoy seguro que en ediciones futuras desaparecerá gracias a un mejorado sistema de calzos que absorban la vibración.
En realidad, para ser franco, los números del torque no han cambiado, pero quizás gracias a un acto de magia, este Forester se siente más poderoso y dispuesto que los anteriores. ¿Viene ello de la intervención de la electricidad en la aceleración o es autosugestión de un periodista biased a Subaru?
En cuanto al fuerte de Subaru, la transmisión, ésta ha sido mejorada aunque continúa en la automática con 4, no 5, y con una segunda y terceras de cambios dilatados. Al volante de nuestro analizado de marras, concéntrese para que note lo laaaaaaaaaargo de la tercera. A veces uno siente que hace falta la quinta. De tenerla, el rendimiento del auto sería mejor y el motor trabajaría más descansadamente. Vamos a ver qué pasa antes del 2009 cuando creo que podríamos tener el próximo Forester. Pero todavía le va bien. Y prefiero al Forester muy por encima de algunos de sus competidores que no necesito mencionar.
La suspensión también ha sido mejorada, aunque ligeramente. Sigue siendo un coche que se siente firme y estable. No preocupa estar al volante de un Forester en una curva metemiedo. Para ser un SUV es uno de los pocos que se siente que se aferra la suelo en giros agudos en los que, a bordo de otros, se nos aparece el terrible fantasma del temor al vuelco. Y eso que el clearence es ahora de 8.1'; antes, de 7.5. Volvo, que en realidad es una compañía que no por gusto se ha ganado una buena reputación de seguridad, tiene en Subaru un serio rival.
Y ahora que estoy en la seguridad: el sistema de frenos es tan firme como en el WRX. En el llamado Premium Package se cuenta con frenos de disco en las cuarto ruedas, asistidos por el Electronic Brakeforce Distribution. Y vamos a impactos: los anteriores Foresters alcanzaron grandes calificaciones de las agencias investigadoras de choques frontales. Se mantiene tan seguro como antes.
¿Amenidades?: El Forester 06 ofrece todo lo que desee un prospecto exigente, sin pretenderlo un coches de lujo... aunque el L.L. Bean no anda lejos. Ventanillas y pestillos eléctricos, acceso remoto sin llave, tocador múltiple de CD's en consola y un sunroof que es de los más amplios que se pueda pedir. El Forester, buen Subaru al fin y al cabo, es un vehículo preparado para el invierno, así que cuenta con asientos térmicos y descongelador de retrovisores.
En el nivel superior, como acabo de anticipar, está el L.L. Bean, categoría que estrenara a principios del milenio el rey de compañía, el Outback. Todo el refinamiento, elegancia y acabado que pueda imaginar —sin llegar a estándares de los autos de por encima de 50 grandes—, están aquí. Magnífica vestidura tipo Alcántara, acentos en madera y detalles de Momo están a bordo.
Quiero regresar a la consola: rediseñada, predominan en ella los toques de aluminio y titanio, y en el L.L. Bean, la madera. Ha llegado a un nivel de belleza que rebasa a los anteriores Foresters. Prima en esta consola el sentido común.
Como balance final puedo decir que el nuevo Forester puede apreciarse del mismo modo en que se hace con los alimentos orgánicos si se les compara con los otros. Mantenga esto en mente si quiere tener una explicacion definitoria de este coche. Combina el sabor máximo de elegancia que con que se pueda dotar a un coche de su categoría con su verdadero propósito: su funcionalidad. El Forester es seguro, capaz de enfrentar circunstancias de rodaje adversas y climáticamente difíciles, y capaz también de enfrentar los retos del tráfico en la ciudad y lo rigores de una actividad a campo traviesa, en un ambiente interior de comodidad y espacio. Y la seguridad no es menos, sino más en él. Es fácil entrar y salir del Forester, y es fácil tambien transportar cosas que un auto normal no se puede. El Forester 06, para quienes persigan combinar todas estas beneficios, es recomendable de pies a cabeza.
¿Por qué este vehículo ha llegado hasta aquí y en la manera en que lo ha hecho en menos de 10 años? Pues animado por un desafío enorme: el de tener que competir no sólo con rivales ajenos —habiendo ingresado a la liza un poco tardíamente a enfrentar a gladiadores de experiencia y presentes en el ruedo antes que él—, sino en su propia familia, contra un Outback que cada vez es mejor y, por si fuera poco, ahora contra el Tribeca. Pero no me preocupa el canibalismo en esta compañía: cada producto de la firma tiene su propio nicho. Que Subaru no come Subaru…
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