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Al fin llegó el reemplazo del Tiburon. ¿Pero..?

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com y conductor del programa radial AUTOMANIA de WQBA 1140 AM de Univisión America. Miembro fundador de SAMA.
Fotografías del autor y de Hyundai.

Posted on Summer 2012• Reviewed live! on air on Automania.
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Dicen algunos colegas que el Hyundai Veloster no es más divertido de manejar de lo que parece visualmente. Dicen. A nosotros nos parece así…

El Tiburon aún en aquella época en que de Hyundai existía una percepción negativa, siempre fue un buen auto y probablemente el más bello de los del fabricante surcoreano, en todas sus generaciones, hasta que fue retirado del mercado. Al hacerlo, los entusiastas de la marca al escuchar el anuncio de la introducción del Genesis cupé, supusieron con anhelo que el vehículo sería el reemplazo del escualo sobre ruedas. Pero Hyundai dijo que no… esperen, esperen, aconsejó… que ese Genesis no reemplazaría al Tiburon.

Cuando en un Salón del Automóvil presentaron el conceptual del Veloster, fue entonces que los amantes del mundo del automóvil nos enteramos que éste sí representaría la resurrección del condrictio rodante. Pero, ¡cuidado con el anzuelo!, que aunque espiritualmente ocupa el nicho del Tiburon que se extinguió, el Veloster es un auto totalmente distinto del ascendente en su árbol genealógico.

La primera propuesta que le tengo al lector es que mire la foto del perfil del auto, que debajo le muestro. Contémplela con atención, please:

Como en los acertijos de “Halle los 7 Detalles” que se publican en las revistas… ¿notó alguna diferencia ente un lado y el otro?

Practiqué este juego entre familiares y amigos y sólo pocas personas se dieron cuenta que el Veloster ofrece una puerta del lado del conductor y dos del lado del pasajero. Genial, bonito, divertido, curioso. Acaso se podrían añadir más calificativos, como estos: El hecho de que el auto tenga esta configuración lo hace ingenioso y distinto, porque así el Veloster no se parece nadie, y continúa esa imparable revolución de diseño que se basa en un styling que la firma llama “escultóricamente fluido”, que destaca a los Hyundais entre los autos más bellos del mercado actual, al punto que la automotriz ha logrado polarizar hacia sí una gran porción de los otrora prospectos de Toyota, Honda y Nissan —aún a pesar del lanzamiento de los recientemente rediseñados Camry y Altima, el Sonata es el sedan mediano asiático más hermoso de los que están en venta en EEUU.

De modo que en cuanto a estilo, tener un Veloster es como tener como tres autos a la vez, porque siendo un hatchback, como denuncia su forma cuando se le mira por detrás, visto por un lado es un dos-puertas y por el otro, un cuatro.

Y puede parecer lo mismo deportivo que de familia.

Con una sola puerta del lado del chofer, la solución permite a quien conduce el auto todos los días —si es usted, diga con arrogancia “el dueño”—, un fácil ingreso y egreso, al tiempo que si tiene chicos evita la salida desobediente de ellos por este lado, lo que compromete su seguridad.

Por el otro flanco, con dos puertas, se accede a la bancada trasera de asientos a través de una puerta más pequeña, es verdad, —¡pero una puerta de verdad!— y no aquella diminuta de la solución semejante que propuso Saturn hace diez años, para colmo por el lado equivocado. Además, la que queda para el pasajero delantero tiene dimensiones apropiadas.

Lo de la asimetría de las puertas es un reto de ingeniería para resolver no sólo la estructura del vehículo, sino para las exigencias de seguridad en caso de impacto lateral y de vuelco. No disponemos de resultados de colisión frontal o lateral en ensayo de accidente de las entidades que se ocupan de esto, pero sabemos que los ingenieros de Hyundai se esforzaron para enfrentar el eventual desafío.

Tiene sólo cuatro plazas tiene el Veloster, porque lo que habría sido el asiento central en la banca trasera en una probable de tres, ha sido dedicado a un útil portavasos doble.

En el asiento trasero, no se halla un salón de baile allá atrás, pero sienta a dos adultos decentemente. En eso le gana a otros comparables como el Fiat 500, el Mini Cooper y hasta al nuevo Beetle, que tiene más talla.

El espacio para el maletero podemos considerarlo amplio para las dimensiones del coche. En su anatomía hundida, puede acoger 15.5 pies cúbicos de carga.

Sentémosnos ahora delante. La consola es atractiva. No supera en belleza ni terminado a la del Mini Cooper o el Honda CR-Z, pero sí a muchas otras de del segmento
Se controla el climatizador a través de un botón concéntrico, sobredimesionado, que podríamos decir que la preside como elemento central, en torno al cual se alinean verticalmente el resto de los botones para ajustar la temperatura en cabina.

Nuestro modelo incluía una pantalla táctil para la radio y las necesidades de navegación.

Los relojes son de fácil lectura y los materiales con textura —o no, hay momentos de superficies bruñidas tipo piano black— son agradables de contemplar y tocar, con acentos en aluminio.

Su extremo inferior es rematado con el botón de arranque, y frente a él se yergue la palanca de la transmisión que nace de una medio esfera.

Entre la palanca y la parte inferior de la consola se ubica un espacio ideal para colocar ahí un celular o cualquier otro electrónico de los de hoy, porque en el área se haya un plug auxiliar de entrada y un puerto USB.

Nos sedujo la asidera interna para las puertas delanteras.

El Veloster de nuestra semana de prueba fue el Echoshift DCT, con motor de 4 cilindros de 1.8 litros de configuración DOHC tipo GDI —Gasoline Direct Injection, la misma tecnología en los motores de la prima Kia) con distribución inteligente DCVVT que entrega 138hp de potencia —capaces de mover su esqueleto alegremente y que se sienten como más— y 123 libras por pie de torsión —que se sienten como menos.

Esta planta, en el caso de nuestra unidad de pruebas, estaba acoplada a transmisión automática de 6 velocidades de doble clutch con paletas en el volante, y la eficiencia del auto es muy buena: 29 millas por galón en la ciudad y 38 en la autopista. Combinadas, 32 (también hay Velosters de transmisión manual).

Este motor no implica para el auto lo que su nombre —Veloster— sugiere. Pruebas independientes de arrancada lo máximo que le pudieron extraer fue 9.5 para llegar a las 60mph —con transmisión manual— lo cual lo hace más lento que el Chevrolet Sonic —a pesar de que éste se siente un auto aceleración fofa con turbo y todo— y aún el Accent.
Comparado con el Tiburón que supuestamente sustituye, aquél lo recordamos en cuanto a impresión de manejo más deportivo y dinámico que el Veloster. El Veloster parece más sporty de lo que en realidad es, repetimos. Sus modales de desplazamiento, atendiendo a la suspensión y la dirección está más cerca de un sedan subcompacto, pero como su aceleración no es tan anémica y las visuales que ofrece tanto por dentro como por fuera crean una ilusión deportiva, entonces como San Alejo, aleja el bostezo. Por eso creemos que, a pesar de otros juicios, sí parece divertido y así se le siente…pero no exija más.
El Veloster básico viene con rims de 17 pulgadas, luces automáticas de circulación diurna basadas en LEDs, ventanillas, pestillos y retrovisores eléctricos y térmicos, acceso remoto sin llave, butaca de altura ajustable para el conductor, cruise control, volante telescópico articulado, conexión Bluetooth, radio satelital, Pandora y CD player. Por alrededor de $18 mil dólares, los ingredientes de la receta del Veloster básico lo convierten en una oferta insuperable.
Nuestro Veloster, “más alto”, agrega aros de 18 pulgadas, neblineros, sunroof panorámico, vestidura mezcla de tela con vinilo —el escalón antes de convertirse en piel, pero lo simula—, ventanilla en elevación expresa para el conductor, y sistema de altavoces Dimension de 8 conos.

Además, brinda otras dotaciones de coche de más clase —como algunos de los elementos incluidos en la descripción de la cabina que hicimos arriba—: sensores para la reversa con cámara de video, y pedales cromados.

En el departamento de seguridad, el Veloster protege a sus ocupantes con frenos ABS, control de tracción y estabilidad y bolsas de aire delanteras y de cortina laterales, standard. Además, en caso de accidente lanza la señal de solicitud de asistencia emergente que posibilita el sistema BlueLink de Hyundai que, por añadidura, ayuda a rastrear el vehículo si es robado o a liberar los pestillos si las lleves quedaron dentro.

Con todos estos detalles, el Hyundai Veloster es un auténtico coche de valía que ofrece demasiado por su precio asequible. Además, cuenta con la inigualable garantía de Hyundai.

El Veloster se hace en la planta de Ulsan en Corea del Sur. El motor y la transmisión son coreanos y tiene 81% de partes de allá.

El precio total de nuestra unidad fue de $22,500.

Personalmente, es otro de los productos de Hyundai que nos llena.

 

A continuación el resto de las fotos
del HYUNDAI VELOSTER: